viernes, 28 de marzo de 2025

Los que se oponen abiertamente a Mi Doctrina ¡tienen al Diablo por Padre!

Mensaje de Nuestro Señor y Dios Jesucristo a la Hermana Beghe en Bélgica el 22 de marzo de 2025

Mis amadísimos hijos,

Estoy tan cerca de vosotros como podáis imaginar. Estar con vosotros es Mi alegría y cuando pensáis en Mí, trabajáis para Mí, Me rezáis, estoy verdaderamente a vuestro lado. Podéis tocarme, mirarme, verme y sonreírme porque estoy verdaderamente a vuestro lado. Os amo tiernamente, pero también como el Redentor que soy y que nunca dejaré de ser, en la Cruz, reparando vuestros pecados, suplicando a Mi Padre del Cielo que no se olvide de ninguno de vosotros y que os acoja en Mi Reino sin perder a ninguno de vosotros.

Yo salvé al mundo, a los hombres y a todas Mis criaturas porque Yo soy el que repara, el que ama, el que protege y el que salva. Creé el mundo con todas sus distinciones, con todas sus particularidades, con toda su beneficencia, y todo lo hice por Amor. Sí, es Mi Amor el que gobierna el mundo, es Mi Amor la base de todos Mis logros.

Mis queridos y amados hijos, haced como Yo, que cada uno de vuestros días sea vivido con amor, que cada acción sea una acción de caridad, de buen entendimiento, de buena voluntad. Haced esto por Mí, que lo soy todo para vosotros, porque sin Mí no existiríais. Sin Mí no existirías, sin Mí no existiría tu futuro deseado, que es el cielo. Os he dado la vida para vuestra felicidad, pero el demonio ha transformado la tierra en un lugar de destierro, en un valle de lágrimas donde, a Mi imagen y semejanza, debéis sembrar a vuestro alrededor el consuelo y el ejemplo del amor fraterno permanente.

Y ahora quiero pediros que recéis por vuestros hermanos y hermanas de la tierra. Todos necesitáis santificaros, amaros, ayudaros mutuamente y Yo os he dado un ejemplo. No di la espalda a nadie, todos recibieron de Mí una mirada benévola, no rechacé a nadie porque conocía a las almas y todas necesitaban Mi mano tendida. Sin embargo, fui franco, me opuse a todo mal y, cuando fue necesario denunciarlo, no me desvié de Mi camino para hacerlo.

Hijos míos, estáis a punto de entrar en tiempos difíciles, el mundo está dirigido por hombres que no trabajan por el bien y la situación de vuestros países en Europa no mejorará. Yo soy Dios y no me meto en política, pero soy el Redentor y os abrí el camino del Cielo, alejándoos del infierno por vuestra buena voluntad, aunque Mi bondad hacia Judas no le apartó de sus malas acciones, por eso quiero seguir protegiéndoos, ayudándoos, guiándoos por el camino del Cielo, con la condición de que os apartéis del mal y del tentador.

No eres inmune a la tentación y, mientras estés en la Tierra, hay que temer y rechazar al tentador. Lo mismo ocurre con los que trabajan para él en este mundo, muchos de los cuales ocupan puestos de responsabilidad para los que no están cualificados. Esto es lo que ocurre en Francia y en Europa, sus dirigentes no trabajan por el bien común, tienen perspectivas para el mundo que no son las mías; prueba de ello es que votan leyes contrarias a la ley divina y a la ley natural, contrarias a la vida humana y contrarias a las buenas costumbres. Quiero que sepas que no debes confiar en ellos, porque sólo puedes confiar en Dios y en los que trabajan para Él. Los que trabajan contra Él no son dignos de Él ni de Sus fieles.

Mira qué franco he sido siempre, nunca he cedido a las insinuaciones, a las trampas de los enemigos de Dios porque sí, desgraciadamente, los que se suponía que eran siervos de Dios eran desgraciadamente siervos de Satanás. Les dije abiertamente «Si Dios fuera vuestro Padre, Me amaríais» y de nuevo »¿Por qué no entendéis Mi lenguaje? Es porque no podéis oír Mi palabra; sois de vuestro padre el diablo» y de nuevo “Si no oís, es porque no sois de Dios” (Jn 8,42-47).

Y hoy lo digo abiertamente: los que se oponen abiertamente a Mi doctrina son engendrados por el Diablo. No les escuchéis, no les obedezcáis si es legítimo como católicos no obedecerles. Yo soy siempre la luz, Mi doctrina nunca cambiará, el mal nunca se convertirá en bien y el bien nunca se convertirá en mal. No podemos prohibir el bien o lo que fue bueno en el pasado; el bien es bueno y siempre será bueno porque Dios no cambia.

Os advierto de estos retrocesos porque Europa está en manos de los servidores del mal, del diablo, de Lucifer, y podéis verlo por vosotros mismos. No os dejéis seducir, no os dejéis engañar, Mi doctrina no cambia y nunca cambiará, el mal que hoy os quieren presentar como lícito e incondenable bajo pena de enjuiciamiento, sigue siendo el mal y Dios lo juzgará como tal desde lo alto de Su tribunal divino.

Enseñad a vuestros hijos a huir del mal, a amar y valorar el bien, y a no caer en la trampa del demonio que está invadiendo la educación pública y todas las esferas públicas y políticas.

Que Dios sea bendecido, amado y respetado, que Su Nombre sea honrado y bendecido.

Os bendigo, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Que así sea.

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